Durante los últimos días, la rave de Ciudad Real se ha convertido en el centro de atención de medios y redes sociales. Lo que empezó como una reunión de amantes de la música electrónica y la autogestión, ha sido retratado erróneamente como un acto de descontrol y delincuencia. Pero, ¿qué es realmente una rave? Y más importante, ¿quiénes están detrás de estos encuentros?
La Realidad de las Raves: Cultura y Comunidad
Las raves no son simplemente fiestas ilegales. Son espacios de autogestión donde la música crea comunidad y libertad. En estos encuentros, no hay promotores que busquen beneficio económico, ni intereses comerciales de por medio. Todo lo contrario: cada persona aporta lo que puede, desde sistemas de sonido hasta iluminación, arte, y esfuerzo físico para que el evento funcione. La rave es de todos y para todos.
Mucha gente que asiste a estos encuentros vuelve a sus trabajos o clases una vez terminan las vacaciones. Durante la Navidad, la idea de que los asistentes no trabajan ni cotizan simplemente no se sostiene. Las raves son un espacio temporal de libertad y expresión, no una forma de vida permanente.
La Droga: El Estigma que No Se Aplica a Otros
Es común que los medios asocien las raves con el consumo de drogas, pero ¿acaso es diferente en las discotecas de reggaetón o incluso en los platós de televisión? Demonizar a una comunidad por el comportamiento de unos pocos refleja un prejuicio claro. La mayoría de los asistentes disfrutan de la música y la convivencia sin necesidad de consumir sustancias.
Criticar las raves por esto, sin analizar otros espacios de ocio masivo, es hipocresía. Si realmente preocupa el consumo de drogas, la educación y la reducción de riesgos deberían ser el foco, no la criminalización de quienes buscan divertirse de otra manera.
Respeto por el Entorno: Raveros que Cuidan
Otro de los mitos más recurrentes es que los asistentes dejan todo sucio y destrozado. Pero lo cierto es que las comunidades rave suelen organizar limpiezas colectivas al final del evento, dejando el lugar mejor que como lo encontraron. Es una filosofía de respeto por el entorno que rara vez se menciona en los medios.
Cuando se compara con otros eventos multitudinarios, las raves suelen destacar por el compromiso de sus participantes en mantener la armonía con el espacio que ocupan.
Autogestión y Seguridad Colectiva
Las raves son un ejemplo de autogestión pura. No hay seguridad privada, pero eso no significa que no haya seguridad. Es una seguridad colectiva. Si alguien necesita ayuda, siempre habrá una mano amiga. La comunidad se cuida entre sí, algo que refleja los valores de solidaridad y respeto que muchas veces faltan en otros contextos más «legales» o institucionalizados.
Un Espacio de Libertad y Diversidad
Las raves son mucho más que fiestas. Son refugios donde todos son bienvenidos sin prejuicios ni etiquetas. Donde lo que importa es la música, el respeto y la conexión humana. Es una forma de resistencia cultural, de mantener vivo un espacio donde la libertad y la expresión personal son los pilares.
En la rave de Ciudad Real, la música ha sonado sin parar desde el 31 de diciembre y terminará el Día de Reyes. Personas de todo el mundo se han unido para compartir este espacio de autogestión, convivencia y espectáculo. Y mientras algunos lo critican desde sus pantallas, otros prefieren vivirlo desde dentro.
La Rave No Es el Problema, el Estigma Sí
Nos vemos obligados a hablar sobre esta rave por la criminalización que está recibiendo. Pero lo cierto es que las raves seguirán existiendo porque representan algo más grande: una necesidad de comunidad, de libertad y de expresión.
Las raves no se entienden desde fuera, se entienden desde dentro. Y quienes han estado allí saben que es mucho más que una fiesta. Es un movimiento, una cultura, y una forma de vivir la música de manera auténtica.
Seguimos bailando. Seguimos creando.
¿Qué opinas sobre la estigmatización de las raves? Nos encantaria leer tu opinión en los comentarios.